Tal parece que este cambio se está convirtiendo en una moda en los jóvenes chinos pues primero los vestidos blancos de novia, con velo y cola, se popularizaron en las bodas chinas (a pesar de ser el blanco el color del luto en la tradición del país).
Mucho jóvenes chinos están decidiéndose casar por la iglesia a pesar que la población cristiana es minoritaria en China, las iglesias y catedrales de todo el país han registrado un aumento considerable en la celebración de ceremonias de boda. Algunos templos incluso ofrecen ceremonias semirreligiosas para contrayentes no creyentes.
Tal parece que este cambio se está convirtiendo en una moda en los jóvenes chinos pues primero los vestidos blancos de novia, con velo y cola, se popularizaron en las bodas chinas (a pesar de ser el blanco el color del luto en la tradición del país).
Ahora, muchos jóvenes chinos dan un paso más y deciden casarse en iglesias.
“Hasta 2008, no podíamos celebrar bodas (para contrayentes no registrados en la parroquia)”, cuenta Fan Guoxing, pastor de la Iglesia Cristiana de Haidian, en Pekín. “Ahora las normas se han relajado y oficio unas 40 bodas al año, la mitad entre no creyentes”, dice.
En Sichuán, suroeste del país, Xie Hongxia, planificador de bodas católicas de la diócesis de Chengdú, estima que entorno al 90-70 por ciento de las bodas celebradas cada año son entre parejas no cristianas.
Bodas tradicionales muy complicadas
Wang Manshu y Jiang Jin se casaron el 12 de febrero en la iglesia cristiana de Haidian. “Nos preocupaba que rechazaran nuestra solicitud, pero nos sentimos muy felices cuando la aceptaron”, explica Wang, de 35 años. “Los jóvenes como nosotros necesitamos una ceremonia especial. Nuestros corazones pueden purificarse y nos ayuda a encontrar una conexión más profunda”, afirma.
La pareja gastó 6 mil yuanes (940 dólares) en su gran día, incluyendo el coste de la iglesia, el pastor, la decoración y la música coral. Si no hubieran buscado a su propio estilista nupcial, fotógrafo y cámara, les habría costado aún más.
“Las bodas tradicionales chinas son demasiado complicadas”, explica Wang. “Aunque sea más caro, la iglesia no es un lío. Nos indicaron qué pasaría durante los 30 minutos de la ceremonia y ni siquiera nos encontramos con el pastor hasta antes de la ceremonia”.
Para el tío de la novia, Wang Tianyu, de 65 años, se trataba de la primera vez que entraba en una iglesia. “Los jóvenes están casándose y divorciándose muy rápido hoy día. Quizá una boda solemne en una iglesia les ayude a tomarse el matrimonio más en serio”, opina.
También fue la primera experiencia de este tipo para Zhang Xing, invitado del novio, quien dijo sentirse nervioso durante la ceremonia. “Estaba incómodo; quería fumar, pero pensé mejor en aguantar. En una boda china, la gente habla, camina de un lado a otro y hace bromas sobre los recién casados, pero en la iglesia tenía que comportarme para no hacer el ridículo”.
Bodas generan buen dinero a las diócesis católicas
Las iglesias en China han respondido de formas diferentes para acomodar el aumento de la demanda de ceremonias nupciales entre los jóvenes chinos. La Catedral Sur de Pekín, perteneciente a la diócesis de la capital, redujo el precio de las ceremonias para las parejas no cristianas hasta 3.300 yuanes, frente a los 5.990 que costaba en 2011, con el fin de hacer las bodas más sencillas y frugales, de acuerdo con Gao Baola, organizadora nupcial de la catedral.
“No hay cámaras ni servicio de maquillaje ni alfombra roja”, explica. “Usamos flores de seda en vez de frescas y la música es grabada”, explica.
En la Catedral Norte de Pekín, en Xishiku, el cabildo pide a las parejas no cristianas disponer de un certificado de boda civil antes de la ceremonia para reservar la iglesia. El precio es 2.600 yuanes, incluyendo la decoración y, los sábados, un coro completo.
Zhou Fucheng, voluntario en la iglesia, afirma que estas ceremonias generan ingresos muy necesitados para la iglesia y añade que incluso se aceptan bodas de personas que se casan por segunda vez si explican el caso al sacerdote.
Bodas: una buena excusa para convertirlos al catolicismo
Sin embargo, no todos los parroquianos están contentos por el hecho de que su iglesia sea alquilada a no creyentes. “Algunos cristianos han expresado su objeción a que se celebren bodas entre no creyentes sólo por beneficios”, cuenta el pastor Fan de la iglesia de Haidian. “Pero al hacerlo, algunos toman contacto con nuestras creencias”, explica.
Ma Qing, voluntaria en la Catedral del Sur, afirma que están abiertos a todos los interesados. “Los dejamos decidir si quieren saber más. Algunos se casaron como no creyentes y luego se bautizaron”, cuenta.
Mao Weiwie, de 27 años, dice que ha visto innumerables veces en televisión las “bodas blancas” y que se sintió impresionada cuando una de sus cantantes favoritas taiwanesas se casó en una iglesia. Luego, asistió a la boda de una amiga en un templo cristiano y comenzó a plantearse la opción.
Fuente: China Daily
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