El falso profeta Harold Camping, quien falló al menos tres veces en su pretensión de predecir la fecha del “fin del mundo” –la última este pasado 21 de octubre de 2011- habría reconocido, el pasado día 16 –apenas 5 días antes de la fecha de su apocalíptico anuncio- que ya no se encontraba en condiciones de seguir al frente de “Family Radio”, el ministerio fundado por él mismo. Y la esposa del nonagenario “profeta” habría confirmado su retiro.Camping, que lideró una gran campaña de promoción en varios países del mundo –incluida España- con costosas vallas publicitarias anunciando que el fin del mundo tendría lugar el pasado 21 de Mayo, relanzó su falsa predicción para el 21 de octubre de este mismo año.
Según The Christian Post, Camping habría confesado, en una conversación privada el 16-Octubre, que “nadie podía saber exactamente el día en que el Apocalipsis se produciría”, lo que supondría un giro radical en sus categóricas afirmaciones anteriores.
Lo cierto es que hasta ahora ni el sitio web del ministerio Family Radio ni Camping han dicho algo al respecto a lo sucedido (o, habría que decir, “no sucedido”) el pasado viernes 21-Octubre, y Camping, que desde que recibiera el alta hospitalaria habría permanecido recluido en su domicilio sin asistir a los servicios religiosos en su iglesia, no ha querido hacer declaraciones a la prensa.
Según testigos cercanos al falso profeta, el pasado 22 de Mayo (un día después de su primer fallo), "Camping estaba en estado de shock al comprobar que el gran terremoto que el había anunciado no había tenido lugar", y habría reconocido: “No tengo respuestas”.
Sin embargo, poco después, reincidiría en su error.
Como resulta obvio, el fin del mundo no ha llegado en la fecha prevista por Camping. Lo que sí parece haber llegado a su fin es su pseudo ministerio profético y el negocio del miedo con el que habría causado la bancarrota económica y espiritual de muchos de sus fieles. También es muy probable que se aproxime al fin de sus días en esta Tierra, y al momento cuando tendrá que dar cuentas ante Dios de sus andanzas.
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